El color y el calor de Menorca. El azul constante en la playa, en el agua, en el cielo. Un espacio idílico para cuando el mar decide llamar. Un rincón pensado para vivir a plenitud y con la magia del sol que conjuga con todo.
El proyecto ha querido continuar con el aprovechamiento de la luz que tiene la isla tanto en el interior como exterior con el objetivo de que la vivienda fuera nítida y práctica.
La clienta quería utilizarla como segunda residencia principalmente fuera de temporadas, por lo cual era muy importante traer al exterior un comedor y una zona confortable de asientos para disfrutar de la terraza frontal que tiene el apartamento y poder contemplar las maravillosas y espectaculares vistas, aprovechando el buen tiempo de todo el año.
Gracias a la apertura total del cerramiento de cristal, el interior se prestaba a que ambas zonas, exterior e interior se conectaran para un uso completo. Una gama de colores azulados y blancos para enfatizar el concepto fresco de Menorca se mezclaron con algunos detalles naturales como en textiles e iluminación para otorgar al proyecto un toque de sofisticación.
Las lámparas encima del sofá blanco Maisons du Monde son de Aroma del Campo.
La propietaria es una apasionada del arte y encargó a la artista inglesa Chelsea Davine, que vive y trabaja en Barcelona, de representar en un cuadro abstracto de gran formato los azules del mar y del cielo de Menorca. La obra se ha colocado en el recibidor creando un agradable impacto al entrar en el piso.
Los dormitorios son amplios y aireados con una vista espectacular hacía una montaña con bosque, una de las muchas zonas protegidas de la isla. El hecho que la vivienda esté rodeada de una vista preciosa también desde la parte trasera de la finca fue unos de los aspectos que motivó a la propietaria a la compra del apartamento.
El dormitorio principal tiene tres grandes armarios hechos a medida con puertas en madera de roble recubiertas de rafia Naturtex así como el cabecero de la cama de matrimonio. Objetos de artesanía africana y de Cerdeña, isla de nacimiento de la propietaria, decoran los dos dormitorios.
Los baños con pequeñas baldosas blancas tienen toques de maderas como los colgadores de toallas de Normann Copenhagen y los estantes bajo los lavabos de piedra natural. Las lámparas colgantes del baño en la suite son de cerámica hecha por encargo con diseño de Farré & Costa mientras que la lámpara del baño de invitados es de Aroma del Campo.