Diseño

Sudáfrica, EN COLORES

Traspasar el umbral de la colorida casa de Kim Stephen (www.kimstephen.com) en Bishopscourt, Ciudad del Cabo, es insertarse virtualmente en alguno de sus fantásticos tableros de Pinterest. Los colores vibrantes están en todos ellos y tienen nombres como Perfect Pink, Tangerine Dream y Yellow Love. Toda esta explosión cromática, sin embargo, se enmarca dentro de líneas clásicas contemporáneas, porque el estilo de Kim está lleno de contrastes e incluye  líneas arquitectónicas elegantes y toques juiciosos de extravagancia. Por un lado, hay un sentido de la elegancia clásica y el uso del blanco y negro, porque –como Kim explica- esta combinación compensa el uso del color, “equilibrándolo y aterrizándolo”. Por otro lado, está ese color audaz, que combinado con una serie de otras opciones, fuertemente individuales, otorga al esquema una energía dinámica. El naranjo del exterior de la puerta principal, por ejemplo, da la bienvenida a un pasillo y a una elegante escalera donde destacan los pisos de granito, el papel mural texturado de color grafito, la gran palmera y las variadas obras de arte, incluida una llamativa serie de serigrafías de la poco conocida artista sudafricana Stephanie Watson. Fechados en 1974, recuerdan el trabajo del icónico artista de SA Walter Battiss. Kim los vio en una tienda de antigüedades en Wynberg, y al instante le cautivaron. Enmarcados en blanco, son un buen ejemplo de la confianza y facilidad con que la diseñadora de interiores toma decisiones al momento de decorar.

Otro reflejo de la predilección de Kim por la elegancia clásica es la arquitectura de la casa, que ella describe como de “líneas georgians, con límites modernos”. Antes de que la estructura fuera completamente renovada hace poco menos de 4 años, era una simple y rústica casa. Kim, su marido Graham y su hijo Jamie (10), vivieron aquí durante siete años antes de la remodelación y Anna, que tiene tres años, llegó inmediatamente después. Una de las áreas que se incorporó tras la remodelación fue el living abierto que se integra al jardín y que recuerda a los patios y terrazas que se utilizan ampliamente en Durban y Johannesburgo, ciudades en las que Kim vivió. Esta pieza al aire libre puede cerrarse cuando hay mal tiempo o abrirse completamente durante los largos y calurosos veranos. Desde aquí también se accede a los juegos de madera para los niños y al tobogán que llega directamente a la piscina. Las vistas a Table Mountain, declarada una de las Siete maravillas naturales del mundo, le dan a la casa una sensación de libertad y gran amplitud. El jardín también refleja el sello de Kim como diseñadora: de nuevo combina el clasicismo con un toque de peculiaridad. Ella describe el paisajismo, con precisión e ingenio, como el de “un jardín tropical formal” y explica que está inspirado en parte por la formalidad del trabajo del paisajista australiano Paul Bangay, pero también por su propia infancia, gran parte de la cual fue pasada en el clima tropical de Durban.

En el segundo nivel de la casa se encuentran las piezas de los niños y la principal. Cada una es una expresión del estilo de Kim. La habitación de Anna es hermosa, con rayas rosadas horizontales en las paredes, que amplían y abren el espacio, mientras que la habitación de Jamie es audaz y gráfica: una pared presenta el fondo de Cole & Son Frontier Tile en blanco y negro, y otra fue pintada de negro. Destacan también la cama con dosel de madera y un gabinete grande donde se encuentran sus juguetes. El dormitorio principal es más silencioso en términos de uso del color, aunque recientemente se agregó un toque a través de una pieza de arte sobre la cama. Otro rasgo característico de la casa de Kim es el hecho de que casi no hay muebles empotrados. Ella dice que prefiere evitar elementos incorporados y en su lugar utiliza armarios, unidades de almacenamiento y gabinetes que son piezas individuales, y en su mayoría hechas a medida. Al igual que con otros elementos de decoración en la casa, esto podría leerse como un gesto bastan- te anticuado, pero el enfoque de Kim se siente extremadamente contemporáneo.

Al oír hablar a Kim sobre su historia como diseñadora de interiores y sobre cómo creó su propio espacio, el concepto que viene a la mente es “Decoradora/ Investigadora”. Su experiencia con las telas en la infancia, la madre de Kim es Debbie Schuurman de Walnut Interior Fabrics en Durban, tuvo un papel importante, pero su estilo visual también es producto de una investigación meticulosa. Ella rastreó metódicamente todo tipo de artículos que había imaginado como perfectos para su hogar, desde esas antiguas baldosas hasta papeles murales, y desde obras de arte únicas hasta muebles hechos a medida. La combinación de un enfoque tan cuidadoso y reflexivo con un sentido innato de color, que refleja tanta confianza y brío, aumenta el placer que brinda su resultado final.

Las vistas a Table Mountain, declarada una de las Siete maravillas naturales del mundo, le dan a la casa una sensación de libertad y gran amplitud
Un gran sofá gris grafito, ribeteado en blanco, se encuentra en el living abierto que se conecta al jardín. El ambiente se realza en colorida sofisticación con los cojines. Mientras que la madera en la mesa le da un toque natural y orgánico junto a la alfombra redonda de fibras naturales, en rojo.

El sofá verde adorna el espacio por donde se accede a la pieza de invitados. La foto en el muro, Poolside Gossip es de Slim Aarons.
Anna, hija de la diseñadora de interiores Kim Stephen, juega en la elegante entrada de esta casa ubicada en Bishopscourt, Ciudad del Cabo. Los elementos clave de la decoración de este espacio son el papel mural grafito de Eitis, los pisos de granito, la gran palmera y las cortinas floreadas.