Concebida para el descanso, esta casa invita al relajo y a disfrutar de sus distintos espacios en los que los tonos grises, blancos y arena dialogan con la madera y el paisaje, dando como resultado un lugar ideal para escaparse los fines de semana y pasar las mejores vacaciones. La artífice detrás del interiorismo fue Francisca Varela y el equipo de FVM Decoración y Diseño, quienes concretaron el proyecto durante el 2017. “Teníamos que armar esta casa de veraneo desde cero. La idea que tenía nuestro cliente estaba enfocada en lograr espacios comunes amplios, una habitación principal en la que los dueños de casa pudieran disfrutar su independencia y que el resto de ambientes fuera funcional para los hijos y nietos. Los dueños de casa veranean en esta zona hace tiempo y es una familia muy acogedora y alegre. Es una casa abierta a recibir a quien quiera llegar y con mucha vida, que se usa durante todo el año los fines de semana y en el verano. Está siempre llena. Todos estos requerimientos nos encantaron desde el principio, ya que refleja absolutamente nuestro sello”, comenta la diseñadora, que además explica que si bien les dieron libertad absoluta, la toma de decisiones se dio en conjunto con los dueños de casa, con quienes ya habían trabajado antes. “Fue súper agradable, porque nos permitieron crear y proponer ideas nuevas que aceptaron desde el principio porque confiaban en nosotras. Siento que logramos actuar con libertad y que a la vez todo se hizo muy acorde a lo que ellos querían y necesitaban”, agrega.

Respecto al sello que se le quiso imprimir al proyecto, Francisca sostiene que es una casa que por concepto invita al descanso, “la idea fue contribuir a eso que venía por esencia. Los espacios debían ser cómodos, funcionales y estéticamente preciosos”, dice.

Un desafío tenía que ver con evitar competir con los materiales de la casa, como por ejemplo con la madera, que es protagonista de muchos ambientes. Por ello se optó por colores neutros para acompañar la arquitectura, pero también por ciertos detalles más atrevidos como algunos papeles murales, un par de muebles en el living y objetos esenciales como la lámpara de comedor, que fue, finalmente, “lo que le dio el sello único a esta casa”, agrega.

“Elegimos tonos neutros de base y materiales que fueran complementarios con la madera, como el lino. Los toques de color se los dimos con las alfombras, pieceras, cojines y adornos”, sostiene Francisca.

Otras apuestas que le aportan carácter a los espacios son los cuadros en el comedor, la fotografía sobre la chimenea y las ilustraciones de pared con serigrafía en la entrada. Todo en equilibrio para lograr espacios confortables en, más que una casa de playa, un oasis de descanso.

Por: Catalina Plaza S.

Fotos: Roque Rodríguez

Producción: Carmen Dussaillant

En la entrada la casa destaca la ilustración de pared con serigrafía de Macarena Illanes, inspirada en las aves de mar y que combina perfectamente con el pequeño sofá gris.

EL EQUILIBRIO ENTRE MATERIALES, COLORES Y LAS LÍNEAS PURAS DE MUEBLES Y OBJETOS CONVIERTEN A ESTA CASA EN UN REFUGIO IDEAL PARA EL DESCANSO LOS 365 DÍAS DEL AÑO.