Made In Ecuador

Quito, DISEÑO CON PERSONALIDAD

Son apenas 55 metros cuadrados y cada rincón sorprende por su intuitiva propuesta de diseño interior. Este es un pequeño lienzo en blanco, donde cada pieza tiene su historia.

Por: Gabriela Valenzuela./
Producción: EL DOBLE 
Fotógrafo: Saúl Endara 
Dirección Creativa: María Emilia Jaramillo

Este departamento ubicado en centro norte de Quito le pertenece a la diseñadora Valentina Mosquera. Ella ha sabido sacarle el jugo a cada metro de este pequeño espacio (55 metros cuadrados) a través de Estudio 593, especializado en arquitectura interior; allí Valentina es la diseñadora principal, colaborando con artesanos, arquitectos y otros diseñadores nacionales.

El departamento es de concepto abierto, el área social integra la sala, el comedor y la cocina, con el dormitorio independiente. “Este proyecto busca representar quien soy yo. Combina diferentes estilos, haciéndolo un espacio eclético. Es una recolección de mi vida, de mis viajes y los lugares donde he vivido”, cuenta. Como base cromática el blanco es el protagonista, su función: resaltar y darle vida a los espacios en contraste con piezas de colores vivos y alegres como el azul y el rosado con acabados en dorado. Además, se combinan con delicadeza materiales como el concreto, el terciopelo en muebles y el mármol en el baño y la cocina.

En el ambiente todas las piezas decorativas cuentan una historia. Por ejemplo, la escultura en forma de corazón que Valentina adornó con flores, la compró en su último viaje a Milán, una ciudad que terminó por ahondar su amor por la arquitectura y el diseño interior. El bar cart de la sala es de los años 60’s y lo consiguió en un anticuario en Bogotá, su ciudad de origen. “Siempre que voy a esta ciudad dedico uno o dos días a recorrer los anticuarios”. La vajilla de la casa es Italiana y la ha ido comprando por piezas. Adquirirla ha sido una forma de recordar a la antigua vajilla de su abuela.

Para maximizar el espacio, la mayoría de los muebles del departamento fueron hechos a la medida, de esta forma el diseño no es solo estético sino funcional y práctico. Por ejemplo, el recibidor de la entrada también es un tocador.

Aquí hay mucha influencia Art Deco, un movimiento artístico que se refleja en la forma curva del llamativo sofá tono azul de la sala. A esto se suman detalles únicos como dos cuadros de gran formato de Stephane de Genot y David Celi, ambos de arte contemporáneo ecuatoriano. Los libros también forman una parte importante de la propuesta, siendo la mayoría de arquitectura, arte y fotografía. La iluminación fue un punto crítico del diseño interior. “Para mí una buena iluminación hace la diferencia en un espacio. Uso las lámparas para más que solo iluminar, busco que sean arte y escultura”. La lámpara de piso de la sala es una pieza icónica, diseñada por Michael Anastassiades para Flos, en bronce y con base de mármol Carrara.

En el área íntima, el estilo del dormitorio es minimalista, con predominio del blanco y colores neutros, para que sea un lugar “ideal para desconectar”. Como un lienzo en blanco, el dormitorio está cargado de inspiración. En vez de la típica mesa de noche, Valentina usó un taburete de corcho de sus diseñadores favoritos, Jasper Morrison para Vitra. Otra pieza icónica es la alfombra “Manuscript” de la marca española Nanimarquina. “El diseño de esta alfombra se inspira en el manuscrito no publicado del arquitecto Joaquim Ruiz Millet, unificando dos de mis pasiones: la arquitectura y la literatura”, dice.

Finalmente, el único baño del lugar fue un gran reto. Ahí se usaron colores para otorgar luminosidad, ya que no existe luz natural. “Predominan los tonos beige y el blanco y el negro, volviendo una vez más al estilo Art Deco con el patrón geométrico del piso”. Apostó por materiales nobles y naturales como el mármol y la madera, para crear un ambiente fresco que resalta con la puesta en escena de grifería dorada y una fotografía provocativa de una de sus galerías favoritas de Madrid.