Transformar el espacio existente que estaba dividido en tres ambientes: una galería de arte, un restaurante de sushi y un patio exterior, fue el mayor reto de este proyecto, cuyo diseño resulta seductor y envolvente por la explosión de color y texturas. Éstas también toman protagonismo en la comida que es preparada artesanalmente.
Paamari significa “fuego” en lenguaje Ashaninka, una cultura indígena que vive independiente de la civilización en Perú. Andrea Pérez Hoyos, como parte de Adriana Hoyos Diseño Interior, tuvo en sus manos el proyecto y supo rescatar elementos, texturas y accesorios hechos a mano. El diseño de mobiliario y carpintería es exclusivo del proyecto, que desde la entrada proyecta un aire tropical, acompañado de una puerta de marco metálica y una hoguera, elementos que invitan a una cálida estadía.
Manos de artesanos y artistas locales participaron en la fabricación de aquellos elementos únicos, presentes en los distintos espacios del restaurante, como el mural pintado por “La Suerte” en la sala de fumadores; el counter de la entrada que fue tejido a mano en base a raíces naturales, y en el área principal del restaurante, se ven pantallas laterales también tejidas en yute. La propuesta de color entre el verde y el dorado dialoga con las luces y una galería de plantas y jarrones de limones que divide los espacios del restaurante, creando un ambiente acogedor y amazónico.
El área del bar combina un piso geométrico de cerámica verde y un juego de luces con tres pantallas de lámparas tejidas que imprimen carácter al lugar. Al final, se revela la sala privada y se abre ante nosotros como un espacio elegante, donde resalta un candelero industrial, una mesa de mármol con sillas de terciopelo en negro, un sillón verde igualmente de terciopelo frente a un papel tapiz rico en textura.
El proyecto significó una cuidadosa coordinación con artesanos y artistas, un increíble trabajo en equipo enfocado a lograr el mejor de los resultados: la creación de este mágico lugar que fusiona a la perfección sabores y ambiente, ambos de exquisito gusto.