Fotografías: Barbara Vucusa
Situado en la planta de un edificio histórico de mediados del siglo XVII en el centro histórico de Cuneo, Italia, este apartamento es un testimonio de la armoniosa fusión entre la historia y el diseño contemporáneo.
Con un enfoque en el contraste de materiales y colores suaves, el diseño respalda maravillosamente el entorno creado por los frescos originales, los cuales han sido hábilmente restaurados para recuperar su antiguo lujo.
El proyecto se centró en devolver al apartamento su aspecto original y elegante. Como dice Barbara Vucusa, la diseñadora, “El salón ha recuperado las características de los salones aristocráticos, permitiendo a quienes entran respirar un poco de la atmósfera de los palacios
históricos”. Este delicado equilibrio entre la restauración y el diseño moderno no solo realza la belleza del apartamento, sino que también respeta y celebra su rica historia.
Con este diseño se muestra cómo el diseño contemporáneo puede convivir en perfecta armonía con la historia. Los frescos restaurados, los muebles a medida y el suelo de resina cuidadosamente diseñado, contribuyen a crear un espacio que es tanto una residencia moderna como un homenaje a su pasado. Tomando en cuenta siempre las necesidades del cliente que lo habita.
Tonalidades y texturas especiales fueron escogidas para cubrir las telas de los muebles, invitando a la comodidad y elegancia, estableciendo un tono para el apartamento.
La cocina y la mesa del comedor, junto con el mobiliario, fueron diseñados en torno a los espacios disponibles, asegurando una transición imperceptible entre las diferentes zonas del apartamento, mientras que cada área mantiene su función distintiva. Dentro de este proyecto podemos ver como los muebles de diseño tienen una forma elegante creando un equilibrio visual y funcional. Entre estos, destacan las sillas Luis XIV de Kartell y el aparador dorado y rústico de Cattelan, que aportan una presencia que llena y equilibra las habitaciones.
El suelo de resina, cuidadosamente estudiado, recrea, con la adición de áridos naturales, una superficie similar a la arenisca antigua. Este diseño permite una interacción armoniosa con los frescos de las bóvedas, sin que ninguno predomine sobre el otro, logrando un equilibrio perfecto entre lo antiguo y lo nuevo.
Barbara describe a sus proyectos como “una misión de hacer cada habitación un ambiente equilibrado y armonioso, transformándola o simplemente devolviéndola a su antiguo esplendor, resaltando el carácter de quienes la habitarán y combinando la necesidad del cliente, el respeto del cronograma y la funcionalidad del proyecto”.