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LA SERENA VILLAS, Refugio en el desierto

En medio del desierto, Palm Springs vuelve a brillar como lo hiciera a mediados del siglo XX, cuando la Costa Oeste de California se transformó en el escape ideal para celebridades de Hollywood, políticos, socialités, artistas e intelectuales estadounidenses, esos años en que Frank Sinatra y Elvis Presley encargaron elegantes construcciones para pasar sus vacaciones. Hoy, sigue despertando entusiasmo y se ha transformado en uno de los destinos favoritos de los hipsters y, para muchos, en el nuevo capricho de la generación millennial. No en vano, Leonardo DiCaprio pagó 5 millones de dólares por adquirir una casa en el mismo sector en el que vivieron Katharine Hepburn y Kirk Douglas.

Cosmopolita y pintoresca a la vez, con una arquitectura única y un colorido que asombra, la ciudad es literalmente un oasis en donde confluye una vibrante escena cultural junto a los enormes campos de golf y sus afamadas aguas termales. Cada año se celebran importantes actividades que atraen a una gran cantidad de turistas, el Modernism Week es una de las más atractivas. Se trata de un encuentro para disfrutar del arte de los años 50, 60 y 70. El Palm Springs International Film Festival, en tanto, marca el inicio de la temporada de premios anual.

A poca distancia de la famosa Palm Canyon Drive, sede de los mejores restaurantes, boutiques y galerías, se encuentra el emblemático Hotel La Serena Villas, el que fue construido originalmente en 1933 y recientemente abrió sus puertas completamente transformado tras el trabajo de la arquitecta May Sung, del estudio SUBU Design Architecture.

Cada una de las 18 villas privadas fue reformulada por el estudio de diseño de interiores Avenue Interior Design, el que eligió los materiales y el nuevo mobiliario. Todas diferentes entre sí, cuentan con un patio privado y chimenea, y una apuesta que mezcla estilos, culturas y que da como resultado ambientes acogedores y muy cálidos. Lo mismo sucede en Azúcar, el restaurante del hotel, que cuenta con un menú de inspiración española y mediterránea en el que se combinan ingredientes locales de alta calidad. Los platos fuertes: los mejillones españoles y el pollo asado marroquí. La terraza de este espacio es un imperdible. Circundada por las montañas de San Jacinto y con el desierto como telón de fondo, entrega vistas inolvidables.

Para que todo sea realmente perfecto, el Whispers SPA entrega paz y serenidad.