La arquitectura se respira en este espacio creado por Priyanka Stancheva de PS-Architects, arquitecta búlgara de renombre que ha estudiado en Francia e Italia y habla varios idiomas. A ella, los viajes la llenan de energía e inspiración, quizás por eso absorbe todo lo que mira. Fue su pasión por el dibujo y la estética la que la llevó a transformarse en arquitecta, siendo hoy la responsable de numerosos proyectos en Bulgaria, como este que mostramos en nuestras páginas. Este encargo nació de la manera más simple y directa, ya que los propietarios descubrieron a Priya por Internet y se enamoraron de su trabajo, por lo que no dudaron en contactarla. “El departamento se encuentra en un barrio fuera del centro. Está ubicado en la planta baja de un edificio de viviendas, dispone de terrazas grandes con vistas a un parque y a la montaña Vitosha, que está en las inmediaciones de la ciudad. El barrio es residencial y el edificio está situado en una zona muy bonita y abierta a la naturaleza”, explica la arquitecta.
La idea fue lograr abrir los espacios y para esto decidió cambiar la distribución original. Así, los dos dormitorios pequeños se unieron para hacer un dormitorio con vestidor, y se juntó el living con la cocina. Se ganó espacio e iluminación. “La tarea tuvo muy pocas condiciones limitantes –suelo de hormigón, muebles tapizados, paredes blancas, un poco de madera y mucha luz– y para llevarla a cabo me inspiré en el estilo de vida de los dueños, hablaba con ellos, buscaba sentir el lugar. Al fin y al cabo, creamos ambientes de reposo donde lo más difícil fue quedarnos con habitaciones poco amobladas que no fueran incómodas, es decir, organizar los espacios sin llenarlos de muebles”, asegura Priya.
Los materiales que primaron en este proyecto fueron hormigón, madera, metal y cobre, los que fueron acompañados por tonos neutros como blancos, grises y beiges. “In situ se pueden observar los matices finos de los colores, aunque a primera vista el contraste entre los colores oscuros y los colores claros es bastante fuerte. Hay zonas de concentración más alta, ya que al construir los espacios he alternado lleno y vacío”, finaliza la arquitecta.