Por donde se mire hay una imponencia que absorbe. La madera, la piedra, la blancura del mármol, el vidrio…inyectan un aura ideal para exhibir cuadros de arte contemporáneo de colección privada. Este proyecto de arquitecta y diseño interior de 700 metros cuadrados de construcción le pertenece a Jannina Cabal, quien acuño este espíritu contemporáneo en la arquitectura, una de líneas rectas, pureza en los volúmenes y colores, logrando un ambiente muy sobrio y actual, en sinergia con un diseño interior que se volcó a darle protagonismo a la iluminación y la transparencia para acentuar los detalles de la propia arquitectura, los materiales y las obras de arte.
La planta baja le pertenece al área social: sala, bar, comedor, estudio, cocina y área de servicio. Dejando la zona privada de dormitorios y sala de estar para el segundo nivel. Una planta social sencilla con ambientes abiertos e integrados conectan directamente con el jardín posterior que le da un toque muy acogedor.
En el espacio prima como elemento natural la piedra de mármol blanco que se usó en el piso del área social, cuyo tono se extiende a paredes y techo. Zonas como la escalera y el comedor están revestidas de madera para darle más calidez al interior.
Un detalle que no pasa desapercibido es lo que Jannina llama “muros acristalados”, entre ellos grandes ventanales que llegan hasta el techo para aprovechar al máximo la luz natural y la ventilación. “Siempre hay zonas en una casa que las suelo llamar las divertidas o icónicas y en este caso le tocó a la sala de entretenimiento, en la que destaca su gran bar en granito negro con base dorada y sus tres pantallas reflejadas en espejos y que junto a la sala de tv se complementan con el gran panelado de color verde en todas las paredes y techo. Logrando un efecto muy chic”, cuenta la arquitecta. Sobre el origen de los muebles todos fueron adquiridos en el exterior. Con sus colores neutros, tapices metalizados, sus formas geométricas…complementan el aire seductor, juvenil y discreto de este espacio.