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Guayaquil, CASA EN VERDE

TRANSPARENCIA Y LEVEDAD

“La Casa en Verde” fue concebida en medio de un jardín vertical periférico de 240 metros cuadrados, diseñado paisajísticamente (Alparamis) con una intensa cromática de flores y varias tonalidades de verde, que crecen abundantemente en el clima tropical de la isla Mocoli, en Samborondón.

Este es el maravillosos marco para la obra arquitectónica de Igor Muñoz, del Consorcio Igor Muñoz Arquitectos y FTA Ingenieros, cuyo concepto se sustenta en la transparencia y la levedad. Es en las áreas sociales dispuestas en la planta baja donde se manejó este lenguaje fluido, acristalado, con un límite visual protagonizado por el jardín vertical, el gran componente vivo que requiere mantenimiento constante y un delicado cuidado de cada especie. Una obra de arte.

Igor Muñoz, arquitecto de la obra www.igormunoz.com



La estructura de la casa es de hormigón, diseñada para un gran volado en la planta alta de seis metros que crea la sombra y el ambiente fresco para la sala y el comedor exterior.

El ventanal, que divide el ambiente de la sala y el comedor del área exterior y la piscina, está construido para abrirse y plegarse totalmente a un costado. De esta forma se crea una relación íntima entre el área social de la casa con el ambiente único que ofrece la sala exterior, la piscina y el jardín. La cocina, por estar totalmente expuesta, requirió de un diseño diáfano y funcional en concordancia con el diseño arquitectónico. lograr

Espacios con toque artístico

El portón de ingreso está determinado por un pórtico de hormigón y una puerta metálica pivotante de gran peso, con la que se enfatiza la transición del espacio público hacia el interior de la propiedad. El sendero de ingreso se conforma por una serie de plataformas de mármol elevadas sobre el jardín e iluminadas para mantener la sensación de levedad.

Al interior se pensó en una altura de cuatro metros por piso. Sin embargo, el ingreso de la casa cuenta con ocho metros, a doble altura, un detalle que causa un efecto de impacto. Este voluminoso espacio fue idóneo para la exposición de un objeto artístico de formato grande. Luego de varias pruebas y una profunda reflexión, Igor decidió que debían ser las gradas, una escultura funcional construida en metal sólido.

La escalera conduce al estar familiar en la planta alta, que es un espacio polivalente, que se puede cerrar herméticamente para convertirse en un “home theater”. Este divide la segunda planta en dos ambientes: uno, el de las habitaciones de los hijos; y otro, el dormitorio de los padres con su baño y walking closet.

Iluminación e  interiorismo

Los materiales están francamente expuestos sin ningún tipo de maquillaje, resaltados por una iluminación (Auditorium) que crea el contraste de luz y sombra, agregando dramatismo a la arquitectura.

El diseño de iluminación exterior tuvo como propósito realzar las texturas, tonalidades cromáticas y las fisionomías del jardín vertical periférico, que en la noche se vuelve el principal atractivo estético. La iluminación interior se concibió como un baño de luz que marca todos los límites en los cielos rasos al igual que en los pisos.

Dos lámparas gemelas que flotan sobre la sala y el comedor se pensaron como objetos artísticos iluminadores. La incidencia solar a través de los grandes ventanales de la planta alta está tamizada por “quiebra soles” construidos en aluminio, que además sirven para conservar la intimidad del hogar.

El diseño interior está marcado por el mobiliario de línea con- temporánea. Resalta la mesa de comedor hecha con una sola placa de mármol que descansa sobre una base de metal exquisitamente lograda. Los tapices navegan por el blanco, el negro y los grises. Las formas son geométricas conservando al máximo la sensación de frescura y elegancia. El piso de la casa está construido con lastras de mármol blanco que homogeniza todos los ambientes.

Esta es una obra marcada por la imponencia de sus detalles, imponencia que resulta totalmente acogedora.