Laberíntico y lleno de micro detalles. Así se muestra este departamento familiar que acoge y desconcierta a la vez, en un delicioso juego de símbolos, contrastes y patrones. POR: PAULINA TERÁN. FOTOS: RAÚL SOLÍS. PRODUCCIÓN: CARLA MURTINHO.
Moderno y contemporáneo, en este lugar se puede jugar a encontrar patrones geométricos; algunos son idénticos, otros complementarios y se repiten, sobre todo, en los espaldares del comedor, en los respaldos de las butacas de la sala (que exhiben un delicado detalle de borde en imitación de perlas), en las formas del panelado de madera (que divide el área social) y en las repisas de la sala y el bar. Sus formas generan laberintos visuales agradables; la vista no sabe dónde posarse y los estímulos placenteros son incontables. Localizado en la Vía a Samborondón, este departamento se encuentra ubicado en un conjunto residencial, rodeado de mucho verde y espacio al aire libre.
El departamento de 170 m2 tiene tres cuartos, sala, comedor, cocina, family room, patio, sala de tv y un bar. Quienes lo habitan son una familia con hijos que buscaban un espacio para disfrutar el día a día; pero que también ofreciera la posibilidad de proveer una experiencia estética agradable al momento de recibir invitados. “La idea principal fue crear espacios acogedores en cada rincón del departamento; crear ambientes especiales y únicos para cada miembro de la familia.
Trabajé paso a paso el diseño, fabricación de mobiliario a medida, acabados en paredes, cortinas, lámparas colgantes, apliques de paredes, para finalizar con la selección de alfombras y piezas decorativas que completen el proceso” explica María Leticia Barredo, quien estuvo a cargo del diseño interior. “Desde que entré a este departamento por primera vez, supe que tenía que trabajar con tonos cálidos y claros para crear una sensación de amplitud y de calma. Además, en mis proyectos al momento de diseñar, se le da mucha importancia a la iluminación. Se deben tener en cuenta tanto la entrada de luz natural en el espacio como las necesidades de luz artificial.
Me gusta utilizar tonos claros en acabados para dar toques de color en ciertos elementos. En este caso, las butacas de la sala, sin duda alguna, dan un toque de color por su llamativo azul y su tapiz geométrico en la parte posterior; además las butacas funcionan como complementos, para que todos los elementos se vean integrados. En el comedor, siendo las sillas una pieza icónica, con un estilo más informal, de damos elegancia al área, resaltando la delicadeza del mármol y los cristales de la lámpara colgante” explica María Leticia. A lo largo de todo el departamento pueden encontrarse detalles de diseño en pequeña escala, algunos son diminutos y atrapan la atención, provocando el deseo de analizar mejor; de observar más de cerca. Las formas humanas contrastan con los abundantes patrones geométricos, generando un equilibrio de lenguajes. “En lo personal me gustan mucho las esculturas humanas, sus posiciones, los movimientos y la armonía que brindan; creo que de aquí parte mi inspiración. Me gusta mucho buscar piezas decorativas que llamen la atención, que tengan historia y que vayan con la personalidad del cliente.
Deben también dar ese toque final para complementar el área, aportando diseño, forma y color” observa María Leticia. Al momento de amoblar el área, María Leticia utilizó el sofá de la sala como elemento principal y a partir de ahí fue acoplando el resto. “Realmente todo fue planificado y calculado; soy muy detallista al momento de crear espacios. Me gusta mucho combinar formas geométricas porque nos ayudan a jugar con la profundidad del espacio, sobre todo en áreas pequeñas” dice la diseñadora. En cuanto al arte del departamento, María Leticia se apoyó en una consultora, junto a quien se escogieron obras a la medida del lugar.
“Considero que el arte seleccionado debe estar conformado por piezas que enamoren al cliente y con las que se identifique. En el caso de este departamento, los cuadros de Javier Gavilanes fueron perfectos por sus formas geométricas y los colores que añadió al área” dice Barredo. La ruptura conceptual, pero también la meticulosidad, son reglas estrictas con las que se trabajó en el diseño de este lugar: hay libertad para experimentar, pero la elección de elementos es extremadamente precisa: “Opté por mezclar estilos en esta decoración. Tenemos piezas más tradicionales y contemporáneas, por un lado, como es el diseño del sofá, y piezas modernas, por el otro, como las estanterías laterales, fabricadas a la medida, en hierro y vidrio que rompen con lo convencional al momento de decorar. Encontramos detalles en cada una de las piezas en este departamento; cada una fue minuciosamente diseñada hasta lograr el resultado perfecto” concluye María Leticia.