En el diseño interior, el eclecticismo toma fuerza con una interesante mezcla de lo tradicional y lo contemporáneo. Los colores predominantes son los grises y los blancos y su rica textura está dada por la presencia de materiales nobles, como piedras, made- ras y metales. Este juego de texturas en diálogo con tonalidades suaves dotan de un carácter especial a la estética interior, muy cuidada por Daniel Muñoz.
Él destaca que las molduras de color blanco sobre las paredes grises sirven para enmarcar elementos decorativos importantes como son el gran espejo redondo de la sala, las rejas divisorias entre la sala de música y el comedor, el cuadro de Ernesto Noboa, solo por mencionar algunos. La mayoría de los muebles y accesorios son de casa Veranda; sus texturas varían entre terciopelos, linos, cueros, madera y metales. Como se puede apreciar, esta diversidad suma al resultado final: contundente y fuerte.
Un elemento a destacar es la amplia biblioteca que se encuentra en el segundo piso. Allí, los libreros totalmente enchapados e iluminados, albergan miles de ejemplares que se mimetizan con el mobiliario.
Así, con toques contemporáneos, con los elementos clásicos, con uno que otro detalle del pasado, esta casa escribe su propia historia y lo hace desde un lugar propio, aquel de su arquitectura en unión perfecta con su propuesta interiorista.